Bostezocritico's Blog

A propósito de la película Kramer contra Kramer

Posted in Cine by bostezocritico on enero 21, 2010

Que desde que empezaron los movimientos en favor de la igualdad entre hombres y mujeres hemos vivido un cambio sustancial en este ámbito, eso no podemos negarlo. Desde entonces, las mujeres casi han equiparado sus derechos con los de los hombres y el resultado se puede observar en el día a día. No obstante, todavía queda mucho por hacer, como se suele decir: salarios por debajo de los de los hombres, dificultades para conciliar su vida laboral con la familiar, y un largo etcétera.

De la misma forma, aunque en menor medida, en ocasiones los hombres observan como en determinadas cuestiones sus derechos están por debajo de los de las mujeres porque, como suele decirse, el hecho de que avance el tiempo no significa que las cosas mejoren y cambien solas, como por ciencia infusa.

Este es el caso del tema que trata la película Kramer contra Kramer, del director Robert Benton, e interpretada por Dustin Hoffman y Meryl Streep. En su día, causó impacto porque no era habitual tratar en un film el asunto de la custodia paterna. Y parece mentira cómo, treinta años después de su estreno, sigue estando de plena actualidad. Rara es la vez que un padre consigue la custodia de sus vástagos si no es por una clara imposibilidad de la madre para hacerse cargo de ellos. Este hecho ha generado gran cantidad de asociaciones que luchan por la custodia compartida, para lograr un trato de igualdad en este sentido por parte de la justicia.

Como dicen ellos, ¿por qué se presupone que los niños estarán mejor con la madre? ¿Hay algún gen que determine que las mujeres están mejor preparadas para criar y cuidar a sus hijos? Nos encontramos aquí con un problema de costumbres. Hasta hace bien poco, lo habitual era que la mujer se encargase de esta función, sacrificando en no pocas ocasiones su carrera profesional por sacar adelante a sus hijos.

¿Significa esto que las custodias tengan que ser obligatoriamente para los padres? No. ¿O que tengan que ser siempre compartidas? Tampoco. Lo que promueven estos colectivos es un trato igualitario para los padres y para las madres, es decir, que no solo pese en el juez el hecho de que sea madre, sino que se tengan en cuenta otros aspectos como la capacidad para saber  educar.

En definitiva, en los cambios y reivindicaciones tanto del feminismo como del masculinismo debe primar el sentido común, solo así conseguiremos un mundo más justo, igualitario y con leyes  útiles para todos, sin discriminaciones y donde el principal objetivo sea construir una sociedad donde todos nos sintamos bien, esto es, la tan nombrada sociedad del bienestar.

Este sentido común es el que muestra la madre de la película al final de la historia, cuando, arrepentida por todo el revuelo que ella misma ha generado, reconoce que lo mejor es que el niño se quede con el padre, pues ha demostrado poder encargarse de él de manera solvente, con criterio y, sobre todo, con cariño. ¿No es esa la manera de criar a un hijo?

No se trata de conseguir derechos por simplemente tenerlos. ¿De qué sirve poder hacer algo legalmente si con ello estamos perjudicando a otras personas e, indirectamente, a uno mismo? Cuando actuamos debemos tener presentes no solo las ventajas sino también los inconvenientes que pueden conllevar ciertas decisiones porque, como ocurre en el caso de las custodias, quienes acaban pagándolo son los niños. Y ellos no tienen culpa de nada.

Lejos de Arriaga

Posted in Cine by bostezocritico on enero 20, 2010

Eugenio Sendarrubias

Mi leído y releído Arriaga ya ha estrenado su primera película como un todo omnipotente. Si bien se plantó firme sobre la industria con ‘Los tres entierros…’, esta vez ha vuelto como director con cierta decepción por mi parte.

Después del divorcio del siglo (IñárrituArriaga), para un simple espectador y fanático de su trilogía del dolor (Amores Perros, 21 Grams y Babel) la idea de visionar trabajos individuales de cada uno de ellos es relativamente incomoda, aunque el morbo por conocer quien lo hace mejor siempre esta presente. Sobre el plato cae primero el trabajo de Guillermo Arriaga, con una película sumamente dramática compuesta por las mismas características de sus trabajos anteriores (vidas cruzadas, infidelidades y desordenes en el tiempo). Si califico su trabajo con solo dos palabras diría que su película es: curiosa/irónica. Ya que estamos ante un guión no del todo relevante pero una dirección bastante notable. De Arriaga siempre he admirado su trabajo en “Amores Perros” y “Los Tres Entierros de Melquíades Estrada”, y para su opera prima como director “The Burning Plain” nos cuenta la historia fragmentada de un romance ilícito y sus repercusiones en el futuro.

Puede parecer una premisa muy sugestiva – en si lo es, pero el principal error de Arriaga es incurrir en los mismos clichés de sus historias, historias sobre Mexicanos y Americanos (en donde los mexicanos siempre les va peor), relaciones amorosas no tan convencionales, accidentes, entre otras. En un comienzo de siente que estamos ante un trabajo innovador del escritor, pero desgraciadamente el sentimiento de deja vu aparece a los 30 minutos de visionado, sin mencionar la manera fragmentada de contar la historia, queriendo hacer perder al espectador entre el argumentoy queriéndole ocultar la verdad hasta el final, verdad que curiosamente el espectador conoce desde los primeros minutos ya que es demasiado predecible. Un guionista que pretende incursionar como director, debe realizar un trabajo mas potente que los antes expuestos y darnos una nueva faceta de su talento, esto no lo con sigue Arriaga, incluso el argumento no alcanza el nivel que debería arribar. Ante todo esto de las mismas historias trilladas de su pasado, se siente un poco extraño el film, hay un vacío que en un comienzo se siente incomodo, pero al trascurrir el metraje te das cuenta que ese vacío no es mas que Alejandro González Iñárritu (se le extraña), solo me espero ver su film (“Biutiful”) y poder comprobar mis sospechas (él es el culpable del éxito de la trilogía del dolor). Arriaga cuenta con un elenco en donde el peso argumental recae en el sexo femenino, Charlize Theron fantástica como siempre, ejerce una actuación tan perturbadora que puede causar un par de lágrimas, Jennifer Lawrence muy poco conocida, hasta ahora, ya que su interpretación es uno de las mas solventes de la película, (de nuevo un papel secundario es el que se roba la pantalla) y Kim Basinger nos da una nueva faceta de su talento, su interpretación se puede tildar de poderosa, pero algo curioso me resulto con ella. Analizando el perfil del personaje de su personaje (Gina), me pregunto: ¿Basinger es la mas apropiada para personificar ha esta mujer?, ya que el personaje se trata de una mujer pasada de años, un poco ordinaria y rudimentaria, no se si esta pregunta me le he hecho solo yo, me gustaría saberlo, pero en lo personal aunque ejerce una buena actuación, la elegancia de su anatomía y la perspicacia de Basinger, me impide que me crea la historia de esta mujer. Arriaga como director es solvente, este es el punto fuerte del film, ya que es la nueva faceta que conoceremos del escritor, muy cuidadoso con los detalles, una par de secuencias para el recuerdo.Técnicamente no hay nada que recalcar pero tampoco que criticar, la fotografía en particular es muy exacta.

Lo mejor: Charlize Theron, como casi siempre que hace acto de prensencia.

Lo peor: Es la película que no esperaba.

Os dejo con los protagonistas:

Invictus, otra pieza de Clint Eastwood

Posted in Cine by bostezocritico on enero 20, 2010

Eugenio Sendarrubias

Clint Eastwood, para muchos –y para mi- es uno de los directores mas importantes de la actualidad, por su agudeza, por su austeridad, por su estilo y tratamiento, por su magnanimidad artística y por lograr rescatar y convertir un guión con fallas, en una obra realmente impresionante. Clint Eastwood por todo esto viola aquella vieja ley que dice “que todo lo que va mal ira mal”, Invictus es prueba de ello, un guión que retrata hechos verídicos y relevantes, pero que opta por un tratamiento que intenta hundirlo en sus fallas rítmicas, no termina por hundirse del todo, gracias a la grandeza del viejo tras la cámara, Eastwood logra sacar a flote –pese a un esfuerzo casi sobrehumano-, esta película, y consigue que sea apreciada y aceptada de manera justa y gratificante. Aun así, Invictus, que cuenta la notable hazaña de Nelson Mandela, por consolidar un país separado por el color de piel, se torna angustiosa, debido a la metamorfosis que experimenta pasada la primera hora del metraje, en donde, de un biopic aceptable y fiel, se transforma en una hora de un simple drama deportivo, que hace que me sienta confundido y perdido, hace que este presente ante dos películas totalmente diferentes: la primera un drama histórico y social que nos induce en los primeros días y primeras decisiones del mito Mandela, en la presidencia de Sudáfrica, retratado como se suele hacer en los biopic, “el hombre que fue grande es expuesto y personificado como un Dios intachable”, cosa que pongo en duda ya que viola y se olvida el humano que existe tras la figura publica –pese a la constante sobreexposición del hombre abandonado por su familia que ya es un cliché del mismo Eastwood”-, la segunda película a la que cariñosamente llamo “las peripecias de Mandela en la cancha de Rugby”, es solo una sucesión de escenas deportivas de cómo inesperadamente –ya que no se expone la preparación y transformación- un grupo deportivo que era calificado de insuficiente, gana el campeonato mundial de Rugby, tras la victoria final, y el trofeo sobre las manos de los jugadores en símbolo de victoria, uno se pregunta ¿Era necesaria esa segunda hora? ¿Qué ya no sabíamos que esto había sucedido? ¿No era mejor que se hubiese expuesto los temas sociales y económicos que este hecho conllevaría?.

Aplausos para Eastwood quien dirige como el maestro que es, deslumbrante su trabajo como director incluso moviéndose en terrenos inciertos como lo es el drama deportivo. Pese a sus errores, Invictus consigue conmoverme, gracias al mensaje que implanta de lucha y optimismo y gracias a sus escenas dramáticas ensalzadas con la desigual partitura. Una edición majestuosa, planos y enfoques que juegan en orden de la tensión del filme. Morgan Freeman, como Mandela, es tan creíble, que me cuesta divagar en la calidad de su exacta actuación. Matt Damon ejecuta uno de sus trabajos más solventes, y satisfactorios de su carrera.

Invictus, sufre de una bipolaridad argumental, que la desvirtúa en su contenido, pero que alcanza cierto nivel apreciable gracias al tratamiento que Clint Eastwood le aporta. Una película con grandes cualidades técnicas como actorales, una pelicula que pudo ser algo realmente notable y grande, pero que termina por flaquear gracias a sus desvariansas, y la extrema sordidez nacionalista que pretende infundar tras una mirada antirracista. Una película que le falta intensidad narrativa y que le resta minutos de metraje en la cancha de Rugby.

Lo Mejor: La primera hora de metraje, donde se nos induce en lo que parecía ser un biopic fascinante oriundo de un realizador fascinante y que ha tenido la suerte de caer en el año 2010, sino se hubiera diluido como Avatar en este tipo de listas.

Lo Peor: Esa segunda hora de metraje, momento de desequilibrios argumentales, de inestabilidad de tensiones y escenas deportivas interminables que consiguen en mi, un somnoliento.

35 Rhums. El cine puede ser hipersensible (sin ser pedante, Coixet)

Posted in Cine by bostezocritico on enero 20, 2010

Eugenio Sendarrubias

Dirigida por la veterana Claire Denis (2007, 100’’) esta cinta completa una historia sin fisuras, verosímil y respetuosa con las sombras que debe proyectar todo personaje para contener aún más fuerza sobre el espectador. Un buen ejercicio de amor por la realización al servicio de la historia, de metraje perfecto y final afrancesado que revela ese toque tópicamente femenino por señalar la desapercibida importancia que tienen los pequeños detalles.

Tragedias concretas, domésticas, pero ni pueriles ni vacías, de una sociedad – la francesa – que, como esta obra, se muestran siempre certeras en el filo de lo visualmente sensible.

Claire, heredera por accidente del novísimo cine francés – protagonista del primer post de este blog-, declara que es un reencuentro con algunos cabos sueltos de su infancia. En concreto, destaca la atención que dedicó por sostener las escenas en las que se muestra el curioso drama que puede llegar a suponer ser hijo único, también desde el punto de vista del progenitor.

El remate idóneo a las escenas de esta película es su banda sonora. Compuesta e interpretada por la atípica formación inglesaTindersticks, su resultado sobresale y lubrica los pliegues entre las secuencias más ambiguas y suaves de la cinta.

Lo mejor: La interpretación de Alex Descas en el papel de Lionel, quizá alentado por un guión que pasa de bastante abierto y flexible a excesivamente poco opresor con la idiosincrasia de alguno de sus intérpretes (Grégoire Colin, Nicole Dogue). Descas explota en una de las últimas escenas, cuando el protagonista es obligado a interrumpir la marcha del convoy de metro que dirige por algún motivo (sic).

Lo peor: La historia se mueve en el ambiente de  la 4ª y 5ª generación de inmigrantes franceses llegados desde las colonias. Ciudadanos postestablecidos y que poco o nada tienen que ver con aquellos que protagonizaron los Disturbios de Francia en 20052007. Durante la historia sólo hay una escena en la que unos estudiantes impiden el paso a otros durante una huelga y un comentario en clase en el que se escuchan las palabras «cambio» y «revolución». Josephine (Mati Diop) se muestra distante,  y más bien cómoda con el sistema. Padre e hija se exponen en la cinta como el más francés de los franceses, y sus costumbres de vida sana y responsable no sé si quieren mostrar un aspecto de total normalidad, o de anormalidad total. Dudo y no resuelvo, y acuso a la película de no ayudarme a resolverlo.

Lo peor también es saber, nada más aparecen los títulos de crédito, que no acabamos de ver una obra maestra. Quizá por esa obsesión con los detalles y el color, y el tiempo que se dedica a fotografiar ventanas iluminadas o interminables secciones de rail de metro en aún más interminables bifurcaciones… de sugestión semiótica casi pretenciosa. Quizá tampoco resuelva ser una obra maestra por esa manía que tienen los directores por no acabar las películas en el clímax; esto es, cuando Lionel se toma sus 35 tragos de ron.

35 Rhums

Trailer Original

Desde luego, Claire Denis realiza de una forma astuta y sincera a la hora de representar toda esa galería de debilidades audiovisuales que contienen las pequeñas tramas familiares, y que, por ejemplo, Isabel Coixet es incapaz de realizar sin demostrar cuánto sabe o cuantísimos recursos humanos y técnicos caben a su disposición, ninguneando la historia y deformando las interpretaciones con un mal gusto que, tras ver 35 Rhums – una película cercana a su estilo-, es comparable.

Valoración: 6,5

Eric Rohmer; la compleja sencillez visual

Posted in Cine by bostezocritico on enero 20, 2010

Eugenio Sendarrubias

Ha muerto el padre de la ‘Nueva Ola’ cinematográfica francesa. La enésima reinvención en la forma de plantar cara a la existencia (arte; Schopenhauer) y uno de los directores de cine más sofisticados y sensibles a los que me haya enfrentado.

Luz para los consagrados Jean-Luc Godard, Jacques Rivette, François Truffaut y Claude Chabrol (como apunta Richard Brody en su In Memoriam para The New Yorker), su cine dorado durante la década de los sesenta asumió el reto aristócrata de reencofrarlos valores morales de la vieja y agrullereada Europa. Perfeccionista desesperante, vio morir a los hijos de su cine, con los que comulgó ideológicamente en una orgía de intelectualidad profusa, con Sartre en un Mayo Francés alterno, y en purga impagable del sentido que el cine europeo adoptaría en adelante.

Director de cine, crítico literario, profesor y editor de la publicación Cahiers du cinema (pensamiento único del cine europeo), mostró un afán propio de sus compatriotas por el mimo a la sensibilidad, el respeto por los genios cotidianos y la inquietud de fusionar las diferentes disciplinas artísticas con éxito.

Elegante y sustancioso como pocos, reconozco la herencia de “L’Amour, l’Après-midi”, maravillosa película hilada con una delicadeza extrema en un desarrollo de guión y visual, posiblemente, perfecto. En otro peldaño quedan obras de interés como “Pauline à la plage” o “Ma nuit chez Maud”, muestra del extenso trabajo que puede caber detrás de unas películas cuyo resultado final es eminentemente estético.

La red de Spiderman se rompe

Posted in Cine by bostezocritico on enero 16, 2010

Pedro Lijarcio

Se acabó, Sony Pictures ha terminado confirmando lo que todos nos temíamos: Spiderman 4, finalmente, nunca verá la luz. Se veía venir, pero la verdad es que costaba creer que se fuera a dar carpetazo a una franquicia de oro como es la del superhéroe arácnido. Al final, los desacuerdos de Sam Raimi, director de las cintas, con la productora Sony se ha traducido en una cancelacíon de la saga.

Pero no todo son malas noticias para los seguidores del trepamuros, ya que Sony Pictures ha anunciado un relanzamiento de la franquicia con una dirección y un reparto totalmente nuevo. Así pues, Tobey Maguire cederá sus ajustadas mallas a otro actor cuyo nombre suena con mucha fuerza: Robert Pattinson. De esta forma el protagonista de otra famosíma franquicia, como es Crepúsculo, pasaría a dar vida al enclenque Peter Parker. Pero es demasiado pronto para hacer especulaciones.

Todo parece apuntar a que el guión correra de parte de James Vanderbilt y contará la historia de un Peter Parker adolescente que tendrá que convivir con sus problemas diarios en el instituto y sus superpoderes, los cuales le causarán más de un quebradero de cabeza. Con esta nueva historia, Spiderman vuelve a sus orígenes y se acerca mucho más al héroe visto en el comic, por lo que posiblemente sus fans lo agradezcan. Ahora bien, cansa un poco asistir de nuevo a un renacer del hombre araña, aunque sea para beneficio de un personaje cuya última aventura cinematográfica no estuvo a la altura de sus predecesoras. No por culpa de Raimi, sino de Sony Pictures, ya que la productora condicionó demasiado el trabajo del director, lo que afectó a un resultado final que se tradujo en demasiados villanos en pantalla, poca profundidad en los personajes y una historia que pierde fuelle en muchos momentos del metraje.

Ahora sólo queda esperar a 2012 para ver las nuevas aventuras del lanza redes. En principio, el estreno de Spiderman 4 estaba previsto para verano de 2011, pero este último cambio de planes, junto al trabajo añadido de reelaborar toda una saga, ha hecho que la película se retrase irremediablemente al menos un año. Espero que después del espectáculo montado, Sony Pictures sepa estar a la altura de las espectativas con este nuevo film.

Ver mal cine (y saber reconocerlo) no es de tontos, sino de sabios

Posted in Cine by bostezocritico on enero 15, 2010

Pedro Lijarcio

La vida se rige por dualidades. Está el bien y el mal; el blanco y el negro; arriba y abajo; izquierda o derecha; guapos y feos; gordos y flacos. Toda cara siempre va emparejada con su cruz. Pero lo cierto es que debe ser así. Primero necesitamos conocer el mal para saber que es el bien. Debemos conocer la fealdad antes de reconocer la belleza. Pues bien, el cine, como elemento que forma parte de la vida, no se escapa de esta fórmula natural. Para que exista el buen cine debe existir otro malo que nos revuelva el estómago y nos produzca náuseas.

La historia del cine está plagada de grandísimos fiascos que harían removerse en su asiento al espectador más experimentado, pero que sin duda son necesarios, ya que nos otorgan el poder de saber apreciar una buena obra. Cierto es que muchos llevan toda su vida viendo películas inclasificables y todavía no han logrado reconocer cuándo se encuentran delante de un buen film, por ello a continuación vamos a comentar unas cuantas películas cuyos direcntores merecen la distinción de ‘te quedaste a gusto’. Está claro que en este breve repaso nos dejaremos por el camino grandes pifias de la industria cinematográfica, pero no puedo pasarme toda la noche escribiendo sin descanso, así que prometo nuevas entregas.

Comenzamos nuestro repaso con Mortal Kombat. No podía quedarse fuera de la lista, tenía todas las papeletas. Da igual de cuál de las múltiples versiones que se han hecho hablemos, son todas un desastre. Pero quizás, por ser la que abrió el camino a las restantes, nos centraremos en el primer film. Paul W.S. Anderson es el encargado de dirigir una película que rezuma falta de gusto y talento por todas sus partes. Grandes momentos dejó para el recuerdo, como un «grandioso» elenco de actores y unos efectos especiales dignos de olvidar. Nunca podremos borrar de nuestras retinas a un Cristopher Lambert de ojos centelleantes con la peluca más falsa jamás vista. Lo que nadie puede arrebatarle a Mortal Kombat es el haber puesto de moda las escenas de lucha a ritmo de música hardcore. Chapeau.

Barb Wire es otra de esas películas que nunca deberían haber salido de la mente de un guionista perturbado. Dirigida por David Hogan y protagonizada por la eterna vigilante de la playa Pamela Anderson, cuenta la historia de una heroína futurista que sobrevive en mundo arrasado por la guerra y dominado por los hombres. La realidad es que la película se hizo sólo para la exhibición de una Pamela Anderson que por aquel entonces era la reina indiscutible en las cabinas de los camioneros de todo el mundo. Si prestas un poco de atención al film, cosa realmente difícil de lograr, se puede apreciar un intento de alegato en defensa de las rubias, por eso de que no son tontas. La verdad es que consiguió el efecto contrario.

Para claudicar este breve repaso por los bajos fondos de Hollywood no quería dejar de mencionar la nefasta Dead or AliveComandada por Corey Yuen, la película no es más que otra penosa adaptación del videojuego de turno, por cierto, de calidad superior al film, para atrapar a cuatro despistados y sacarle los cuartos. Actores penosos, guión nefasto, efectos especiales de risa y coreografías desfasadas hacen recomendable evitar ver ni tan siquiera un fotograma del film. El papel de villano en la cinta lo interpreta Eric Roberts, sin duda otro título que engrosará su lista de ‘películas que nunca debí ofrecerme a hacer’. Eric, vas de mal en peor.

No me preguntéis qué motivos oscuros me llevaron a ver semejantes esperpentos, pero lo cierto es que las vi. Pero si algo beneficioso se puede sacar de tamaña locura es el poder ahora recomendaros que os alejéis lo máximo posible de estos films, evitarlos a toda costa. No caigáis en el error de verlos porque estéis un sábado por la noche muertos de asco en casa y no hacen nada mejor en la caja tonta porque es mentira, cualquier cosa es mejor que Dead or Alive, Mortal Kombat o Barb Wire, sobre todo que Barb Wire. Nunca me imaginé diciendo esto, pero prefiero tragarme una entrevista de dos horas a Julián Contreras Jr. en La Noria antes de volver a ver de nuevo tales destrozos.

Bienvenido Mr. Downey

Posted in Cine by bostezocritico on enero 14, 2010

Pedro Lijarcio

Las épocas de crisis no gustan a nadie. Da igual del tipo que sean: amorosas, económicas, profesionales, etc. Todas tienen la misma capacidad para oscurecer los más brillantes horizontes. Pero la vida es eso, luz y oscuridad; el ying y el yang; la noche y el día. Es necesario, es el ciclo de la vida. Todo lo que sube, baja. Nos caemos, pero sólo los más fuertes se levantan.

El sabio dijo una vez que un momento de crisis no es sino una ventana de nuevas oportunidades, un toque de atención. Robert Downey Jr., sin duda, ha debido verlo así. Después de ser una de las estrellas más prometedoras del panorama hollywoodiense, el alcohol, las drogas y todo tipo excesos le arrojaron al vacío del olvido. Son tantas y tantas las estrellas que ya cayeron antes por el precipicio. Hollywood está repleto de viejas glorias y leyendas que acabaron convertidas en pederastas, violadores y yonkis. Que se lo pregunten al bueno de Errol Flynn, el superhéroe más fantástico, el ganador, el perfecto seductor. Ahora, con el tiempo, nadie pone en duda su indiscutible talento para la actuación, pero por mucho tiempo se pensó que Flynn sólo era un fraude envuelto en papel charol.

Flynn tropezó y no supo, o no pudo, o no le dejaron, levantarse. Pero Robert Downey Jr. ha sabido reinventarse, sacar provecho a ese carácter altanero, excéntrico y canalla que en el pasado le trajo tantos problemas. Downey Jr. ha vuelto, pero no lo ha hecho como niño virginal que se arrepiente de su días bajos, sino como un hombre que ha sabido domesticar a su némesis y usarla a su favor. Ahora está de gira por medio mundo con su nueva película, Sherlock Holmes, y en breve estrenará Iron Man 2, secuela de un film que le devolvió su merecida gloria. A pesar de ello, echo de menos al viejo Robert. Echo de menos esos papeles que le encumbraron como actor. Echo de menos al Robert de Chaplin, el de Zodiac y el de la más reciente Kiss Kiss, Bang Bang, una pequeña joya.

Estoy deseando ver Sherlock Holmes. Saber cuál es el resultado del trabajo de Ritchie y Downey, porque es una de esas películas que te hacen dudar, que pueden ser a la vez caballo vencedor y perdedor. Pero bueno, me guiaré por mi intuición, además de por la aparición de un siempre sobresaliente Mark Strong y el talento del ex de Madonna, y apostaré a caballo ganador. Espero no llevarme una desilusión como con Iron Man, un film en el que lo mejor fue un soberbio Tony Stark interpretado por un poco esforzado Downey Jr.

Robert, estoy feliz de que hayas regresado. A ningún aficionado al cine le gusta que estrellas como la tuya se apaguen, pero tengo que hacerte una última advertencia: no te piques con las franquicias y las superproducciones, que para verte convertido en un Orlando Bloom prefiero que te pudras en la cárcel.

¿Spanish Movie?

Posted in Cine by bostezocritico on diciembre 20, 2009

Cartel promocionalPedro Lijarcio

Los otros, Alatriste, El Orfanato, Mar Adentro, El laberinto del Fauno, etc. Lo primero que te viene a la cabeza cuando ves el cartel de Spanish Movie no es qué demonios hace ahí Leslie Nielsen, sino que algo está cambiando en el cine patrio. Los directores y productores están apostando fuerte y están ayudando a diversificar la oferta fílmica española. Se están abriendo nuevos caminos y, sobre todo, nos estamos desencasillando de aquel cine hiperrealista de historias sórdidas y mundanas. Estamos abriendo ventanas al entrenamiento y a los guiones con tendencia a la fantasía y la aventura. Y con esto no quiero decir que me avergüence de nuestro típico, o atípico, según se mire, cine español, que tantas alegrías nos ha dado con Almodóvar, pero esta nueva oleada de superproducciones son como un soplo de aire fresco para el débil imaginario español.

Spanish Movie es un reconocimiento al nuevo cine español. Una parodia que ha llegado ahora que existe algo que parodiar, ya que es imposible si no gozamos de films que marquen al público de una manera u otra. Javier Ruiz Caldera, que se estrena en los largometrajes, es el director de este film que tiene como premisa básica arrancar la carcajada del público. La lástima es que Caldera se inspire en obras como Scary Movie y todas las desastrosas continuaciones que le siguieron aprovechando el tirón del formato, en lugar de recurrir a la fórmula de las desternillantes Aterriza como puedas, Top Secret o Hot Shots. El resultado, como es obvio, es una película con un hilo argumental forzado hasta límites insospechados para introducir, con poca fortuna, todos los gags de las películas parodiadas y en los que brilla la ausencia de humor inteligente y el exceso de caídas tontas.

La película empieza floja, con una Alexandra Jiménez corriendo por los pasillos de una casa, al parecer acosada por una presencia maligna, pero que al final resulta que las prisas vienen por un apretón de esos que piden papel (creo que nunca se ha recurrido a esta broma en el cine), y continúa igual. Sólo levanta cabeza con las apariciones de unos más que comedidos Joaquín Reyes, en el papel de Fauno, y Carlos Areces en el de Ramón Sampedro.

Sin duda, al ver en el reparto a tan buena pareja de humoristas se intuye algo muy bueno y esperas, no sin ciertas dudas, que Caldera impregne su film de un humor al más puro estilo Muchachada Nui, que al fin y al cabo es el nuestro. Pero al final todo se ve reducido a un grandioso sketch que parodia Los lunes al sol en el que participan todos los integrantes de este grupo cómico y que deja un muy buen sabor de boca que se diluye tan rápido como continúa la proyección.

Con el paso de los minutos Spanish Movie se torna rutinaria y repetitiva. La misma fórmula (caídas, tropezones…) se repite sucesivamente, y vas perdiendo la esperanza de que llegue el momento en el que te pongas a reír sin descanso y de que haga su aparición Leslie Nielsen. Pero al final te quedas esperando la carcajada y sorprendido del poco partido que se le saca al célebre actor norteamericano. No entiendo por qué Caldera, siendo Spanish Movie una película española, que parodia el cine español, acaba recurriendo al peor humor hollywoodiense.

Spanish Movie decepciona y deja al espectador indiferente sin más que un par de gags memorables que se difuminan entre tantas caídas y tonterías sin ningún tipo de fundamento. Sin duda, el cartel promocional es lo mejor del film. Aunque merece esperar a los créditos finales para deleitarse con un Chiquito de la Calzada y un Leslie Nielsen la mar de compenetrados.

Usos y abusos de Twitter en el mundo del cine

Posted in Cine by bostezocritico on diciembre 8, 2009

Pedro Salas Lijarcio

En la imagen Pattinson, y por los pelos parece que tras el atropelloEs una paradoja observar cómo los avances tecnológicos pueden hacernos retroceder en dos de los aspectos más importantes de nuestra vida cotidiana, como son la libertad y la intimidad. Existen muchos actores que asisten día a día a la destrucción de su vida social vía redes sociales. Uno de los últimos casos, y también de los más sonados, es el de Robert Pattinson.

Me cuesta creer que con el meteórico ascenso de este chaval al mundo de la fama, aún exista gente que no sepa reconocerlo sólo con pronunciar su nombre, pero seguro que todo el mundo sabe de quién hablo si le digo que Pattinson interpreta a uno de los vampiros más populares de la última década. Sí, estoy hablando de Edward Cullen, el descafeinado chupasangre de la saga Crepúsculo.

Pattinson está harto de Twitter (si le preguntáramos a él directamente estoy seguro de que no utilizaría la palabra harto), y no le faltan razones al inglés. Desde que se propagó el uso de esta red social sus fans controlan todos y cada uno de sus movimientos. Vamos, que el pobre sucesor de Nosferatu no puede salir a la calle sin que decenas de histéricas niñas, y algún niño despistado, le persigan por donde quiera que vaya. En una de sus últimas salidas, Pattinson, al intentar zafarse de sus perseguidoras, fue arrollado por un coche. Afortunadamente salió ileso (como en los videos de Impacto Total, que nunca muere nadie por muy gordo que sea el accidente), pero la broma podía haberle costado cara.

Twitter nos conecta y favorece la comunicación, pero hay que tener cuidado con el uso que se hace de esta herramienta, porque dependiendo de la finalidad para la que se utilice Twitter los resultados pueden ser muy beneficiosos o muy perjudiciales, sobre todo, para personajes públicos como Pattinson. Ser actor no va ligado a la renuncia de la intimidad. No podemos permitir que por culpa de las redes sociales Robert Pattinson, y otras muchas estrellas del celuloide, pronuncie frases como esta: «Ya ni me acuerdo de cómo era mi vida de antes. Por todo este tema de Internet y Twitter, siempre habrá una masa de gente esperándome esté donde esté. He aprendido a no permanecer más de 20 minutos en el mismo sitio».

Pero no todo van a ser historias trágicas en las que el malo siempre esté encarnado por las redes sociales. No amigos, no. Para todos aquellos aficionados a Twitter y Facebook que me estén tomando manía tengo una historia que demuestra que también se pueden hacer cosas buenas en el mundo del cine con las redes sociales. Kevin Spacey (no voy a explicar quién es Spacey, y si alguien no lo sabe que se ponga a ver cine ya) es la otra cara de la moneda. El actor sabe el tirón que tiene esto del Facebook y como productor acaba de hacerse con los derechos para rodar una película sobre la exitosa red de contactos.

Spacey sabe que las nuevas redes sociales son algo que puede beneficiar mucho a la industria del cine y advirtió a lo más escépticos de que para «los creadores de cine esta manera de comunicarse es una oportunidad. Tenemos que cambiar la opinión de los que aún son reticentes para que abracen esta tecnología y sus bondades». Y tiene razón, un buen ejemplo de que Facebook puede aportar mucho a la industria del cine es el film de Sacha Baron Cohen, Brüno, que cuenta las peripecias de un reportero homosexual de origen austríaco que pone en serios aprietos a más de un famoso y que tuvo mucha repercusión mediática gracias a dicha red de contactos.

Como veis, no todo son malas noticias para los amantes de Facebook y Twitter. Se puede sacar mucho provecho a estas nuevas herramientas, pero desafortunadamente el 80% de sus usuarios las utilizan para publicar chorradas, como por ejemplo fotos en plan morritos hechas por ellos mismos. Qué tristeza tan grande.